Hablar, gritar, estornudar o toser son acciones habituales que generan aerosoles. En espacios cerrados, estos aerosoles pueden permanecer suspendidos en el aire durante horas. Para reducir la propagación de COVID-19, debe introducirse aire limpio y eliminarse el aire potencialmente contaminado.
Este tipo de ventilación se produce en muchas escuelas, universidades y oficinas manteniendo las ventanas abiertas continuamente. Esto ha aumentado el consumo energético de la calefacción y el aire acondicionado, con el consiguiente efecto negativo para el medio ambiente.
Comprobar la eficacia de la ventilación interiorevitar contagios y reducir el derroche de energía, es necesario instalar contadores de CO2.
¿Cómo se define la calidad del aire?
El dióxido de carbono es una medida objetiva de la calidad del aire. Los seres humanos respiramos este gas incoloro e inodoro, que se vuelve más activo en proporción directa a la edad y la corpulencia.
La concentración de dióxido de carbono en el exterior oscila entre 360 ppm (partes por millón) en zonas de aire limpio y 700 ppm en las ciudades. El valor máximo recomendado para interiores es de 1.000 ppm y el valor límite para oficinas es de 1.500 ppm.
Hay que actuar con precaución, ya que este valor límite se alcanza fácilmente. Por ejemplo, en una oficina de 25 metros cuadrados en la que trabajan cuatro adultos y que ha sido recién ventilada, la concentración de dióxido de carbono sube a 2.000 ppm una hora después de haber cerrado las ventanas aislantes.
¿Cuáles son los niveles aceptables de CO2?
La Organización Mundial de la Salud recomienda los niveles de concentración de CO2 en interiores no deben superar las 1.000 ppm. Pero en una situación pandémica, para evitar el contagio, se considera que el riesgo disminuye con niveles más bajos.
Los niveles aceptables en un espacio interior estarían entre 500 ppm y 700 ppmteniendo en cuenta que en el aire exterior es de 400 ppm. Así, cuando el medidor de CO2 muestre un valor de 800 ppm o más, sería obligatoria la ventilación de ese espacio cerrado. En el caso de niveles de 1.000 ppm, sería necesario ventilar inmediatamente y en la medida de lo posible.
Monitor de dióxido de carbono para el control de la calidad del aire
Contadores recomendados por el CSIC
La Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CSIC) recomienda que los contadores sean capaces de proporcionar datos sin necesidad de descargar ficheros (txt, Xls, CSV o similares). Es decir, la pantalla debería mostrar Niveles de CO2 en tiempo realcon una frecuencia de al menos un dato por minuto, y utilizar NDIR (infrarrojos no dispersivos). También indica que deben seguirse normas de calibración y que el coste debe oscilar entre 100 y 300 euros.
Calibración y mediciones
Se recomiendan las siguientes directrices para la calibración:
1. Realice el calibrado del aparato exponiéndolo al aire exterior.
2. Anote la lectura que da al aire libre (por ejemplo, 400 ppm).
3. Mantenga el analizador en un lugar con niveles de CO2 de al menos 700-800 ppm.
4. Vuelva a sacarlo al exterior y espere hasta que el analizador baje a un valor que sea unos 20 ppm superior al valor de calibración en la calle (420 ppm si la medición inicial en el exterior fue de 400 ppm). Este es el tiempo que normalmente tendrá que esperar antes de tomar una lectura válida después de colocar el analizador.
Si estamos cerca del aparato al tomar la lectura, éste puede detectar el CO2 que exhalamos. Por lo tanto, es aconsejable realizar la lectura con relativa rapidez y pasar el menor tiempo posible junto al calibrador.
En cuanto a su ubicación, se recomienda colocarlas en la zona peor ventilada de la habitación, en la pared opuesta a las ventanas si las hay, a una altura de 1,5 metros del suelo y a 1 metro de distancia de las personas.