La tecnología IoT permite a los usuarios medir la calidad del aire mediante el control de varios parámetros.
La contaminación del aire significa que la cantidad de dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2) y monóxido de carbono (CO) en el aire supera los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El índice de calidad muestra la cantidad y los tipos de gases disueltos en el aire. Se compone de 8 contaminantes (PM10, PM2,5, NO2, SO2, CO, O3, NH3 y Pb).
Las directrices de la OMS sobre la calidad del aire ofrecen una orientación global sobre los umbrales y límites de los principales contaminantes atmosféricos que suponen riesgos para la salud. Por ejemplo, las directrices indican que si se reduce la contaminación por partículas (PM10) de 70 a 20 microgramos por metro cúbico (μg/m), podemos reducir las muertes relacionadas con la contaminación atmosférica en aproximadamente un 15%.